Dinamarca: un cuento revivido

La patria de Hans Christian Andersen es por una buena razón llamada país de cuento de hadas.

Las pequeñas casas acogedoras, las calles adoquinadas, las fuentes, los lagos pintorescos con gansos y cisnes que caminan en su cercanía, todo esto crea una atmósfera única aquí. Y si se viaja en invierno, Dinamarca le recordará a cualquier viajero una ilustración animada de algún cuento de hadas navideño: velas y miles de luces en cada casa, tiendas de campaña a lo largo de las calles con zurracapote y galletas de canela.La mayoría de los turistas en Dinamarca, en primer lugar, están ansiosos por visitar la capital, Copenhague. Los lugares populares aquí son la estatua de la Sirenita, la ciudad libre de Christiania, el parque de atracciones Tivoli. Si se observa el mapa de este país, se puede notar que no es difícil viajar por todo su territorio de norte a sur para familiarizarse con muchas de las atracciones turísticas. En las proximidades de Copenhague, al turista le espera el castillo de Kronborg, conocido por la obra «Hamlet» de William Shakespeare, en la ciudad de Klampenborg, una reserva de antílopes, y en Humlebeke, el Museo de Arte Moderno de Louisiana.A pesar de que Dinamarca es un país del norte, este país está en condiciones de ofrecer a sus turistas playas de arena. En el país hay más de 700, todas limpias y con instalaciones para la recreación. La guía turística del país aconsejará a los turistas que visiten las playas de las islas de Fionia y Falster, así como también las que se encuentran cerca de Copenhague.El traslado por todo el país es mejor hacerlo en los trenes de alta velocidad e internamente en las ciudades, en transporte público: autobuses y trolebuses o en bicicleta.

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